Medellín: La Ciudad que Hizo del Tango una Voz Propia - Film Aerials
Descubre cómo Medellín se convirtió en un centro mundial del tango. Recorre lugares icónicos como el Salón Málaga, la Casa Gardeliana y el Patio del Tango, y vive la pasión por este género en cada rincón de la ciudad.
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Medellín: La Ciudad que Hizo del Tango una Voz Propia

En los empedrados caminos de Buenos Aires y Montevideo, el tango nació como un lamento de las periferias. Pero pocos imaginan que este género, tan profundamente arraigado en el Río de la Plata, encontraría un hogar en las montañas de Medellín, Colombia. Aquí, entre cafés históricos y el murmullo de sus calles, el tango no solo se adoptó; se transformó en una expresión del alma paisa.

El siglo XX marcó el inicio de una Medellín en transformación. La industrialización y el crecimiento urbano atrajeron a miles de campesinos en busca de nuevas oportunidades. En ese contexto, el tango, con sus letras cargadas de nostalgia, desarraigo y pasión, resonó profundamente en una ciudad que también conocía de luchas y sueños. Este género, nacido de migrantes y marcado por el desamor y la bohemia, caló en una Medellín que se sentía entre dos mundos: el pasado rural y el futuro industrial.

La conexión se volvió inseparable. El tango capturó las emociones de una ciudad que ha aprendido a transformar la adversidad en belleza. Para muchos paisas, escuchar un tango es revivir su historia de resiliencia y amor por la vida. En Medellín, el género adquirió un sabor local, una identidad propia que no solo lo preserva, sino que lo reinventa.

Un encuentro histórico: la llegada del tango a Medellín

El 24 de junio de 1935, un accidente aéreo en el aeropuerto Olaya Herrera marcó un hito inesperado. La muerte de Carlos Gardel, ícono mundial del tango, dejó una huella imborrable en la ciudad. Para Medellín, Gardel no solo era un visitante; se convirtió en un símbolo eterno, alimentando un fervor que se materializó en bares, festivales y un sinfín de melodías que aún resuenan.

Hoy en día, Medellín honra esta herencia en lugares que se han convertido en santuarios del tango. El Salón Málaga, un rincón que parece detenido en el tiempo, ofrece más que melodías: es una inmersión en la historia misma del género. No muy lejos, en el barrio Manrique, el Museo Casa Gardeliana recuerda con fervor al «zorzal criollo», mientras el Patio del Tango mezcla música en vivo con sabores tradicionales argentinos.

Cada junio, la ciudad celebra el Festival Internacional de Tango, una explosión cultural que reúne a aficionados de todo el mundo. Este evento, el segundo más importante en su tipo, reafirma a Medellín como una capital mundial del tango.

Explorar Medellín a través del tango

Para los viajeros, recorrer los espacios dedicados al tango en Medellín es una forma única de conocer su esencia. Desde el Salón Málaga, con su encanto histórico, hasta el Museo Casa Gardeliana, epicentro del legado del «zorzal criollo», cada lugar forma parte de un circuito vibrante que respira tango. Otros sitios como el Patio del Tango en Guayabal y la Casa Cultural Homero Manzi completan esta experiencia cultural, ofreciendo música en vivo, tradiciones y espacios para la contemplación. En conjunto, estos escenarios invitan a los visitantes a sumergirse en un viaje donde la música y las historias se entrelazan para mantener vivo el espíritu del tango en Medellín.